Opinión

Opinión: El unicato sindical en la negociación colectiva limita el derecho de muchas organizaciones

Por: Jorge Iván Díez Vélez / presidente CGT Nacional Democrática e Independiente

En Colombia, la libertad sindical y la negociación colectiva son conquistas históricas que no pueden ser desconocidas ni reducidas por decisiones administrativas que contradicen la Constitución y los convenios internacionales de la OIT.

La reciente propuesta de decreto del Ministerio del Trabajo, que busca unificar la negociación colectiva en el sector privado bajo la figura de un solo sindicato mayoritario, constituye un grave retroceso para la democracia sindical. Se trata, en la práctica, de configurar un “Único sindicato”, en el que algunas organizaciones tendrían derecho a negociar, dejando por fuera a sindicatos minoritarios que representan a miles de trabajadores en todo el país.

Este intento es abiertamente violatorio de derechos fundamentales. En primer lugar, vulnera el derecho de asociación y de negociación colectiva de los sindicatos minoritarios, derechos consagrados en el artículo 39 de la Constitución y protegidos por convenios internacionales. En segundo lugar, se sustenta en normas declaradas inexequibles por la Corte Constitucional, como las disposiciones del artículo 357 del Código Sustantivo del Trabajo, que fueron tumbadas precisamente porque discriminaban a las organizaciones sindicales con menor número de afiliados.

La Corte Constitucional ha sido clara en sentencias como la C-567 de 2000 y la C-063 de 2008: todos los sindicatos gozan de representación y legitimidad para negociar, sin importar su tamaño. Pretender lo contrario es desconocer la jurisprudencia y debilitar la pluralidad sindical.

La CGT Nacional Democrática e Independiente rechaza categóricamente este posible decreto. Lo decimos con claridad: sin negociación colectiva para los sindicatos minoritarios, no hay futuro para la libertad sindical. Sería el principio del fin de la autonomía de los trabajadores, y el triunfo de un modelo excluyente que beneficia a una sola central sindical, motor de la política laboral gubernamental, particularmente a la CUT, mientras margina a las demás Confederaciones, pluralistas, democráticas e independientes, como ocurrió con el decreto 243 de negociación en el sector público.

Igualmente pone en riesgo a los sectores empresariales, quienes solo tendrían como opción de interlocutores a sectores sindicales que privilegian el chantaje, la intimidación, la presión, las relaciones contenciosas y las vías de hecho; no la concertación, el dialogo social y la firma de acuerdos, propio de los sectores sindicales, democráticos del país.   

Convocamos a las trabajadoras y trabajadores de Colombia, a las organizaciones sindicales y sociales, a defender con firmeza los derechos adquiridos: el derecho al trabajo, el derecho de asociación sindical y el derecho a la negociación colectiva.

El fortalecimiento sindical no puede construirse sobre la exclusión. La democracia sindical exige pluralismo, respeto y garantías para todos. Hoy más que nunca debemos levantar la voz, porque la libertad sindical es patrimonio de todas y todos los trabajadores de Colombia.  

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